Señor director: Desde muy pequeño me enseñaron que la noble tarea de educar consiste en formar personas y ciudadanos responsables y solidarios, que se comprometan en la participación activa por la justicia en la polis. Esta firme creencia me llevó muchos años de estudio, esfuerzo y luchas para llegar a ser profesor. Cuando lo consigo me encuentro inmerso en un sistema educativo que: a) reduce la formación moral y ética a un solo y miserable año en todas las etapas educativas, y con dos horas semanales (no hay una sola asignatura con menos tiempo); b) reduce drásticamente el papel de la Filosofía en la educación, no incluyéndola en los bachilleratos de Ciencias (como si pretendiera que científicos y tecnólogos no tengan que pensar y reflexionar críticamente); c) no ejerce el más mínimo control sobre la no realización de hecho de los ejes transversales (mientras sí lo ejerce en todas aquellas cuestiones que tienen repercusiones económicas); d) habla de la integración de alumnos con minusvalías y no pone los medios y recursos necesarios para ello (mi amigo Juan Antonio López López, epidermolítico ampolloso distrófico, de catorce años, a finales de diciembre no tiene aún profesor de atención domiciliaria, como ocurría desde que empezó su edad escolar. ¿Hay que ser familiar o amigo de los «altos cargos» para que le respeten a uno sus derechos más básicos?); e) no fomenta en absoluto el asociacionismo solidario en nuestro gremio, antes bien el aislacionismo y el enfrentamiento -funcionarios contra interinos, maestros contra licenciados...(somos de los cuerpos que menos se movilizan por causa alguna, salvo, eso sí, que se nos toque el bolsillo con congelaciones salariales, razón por la cual jamás he participado ni lo haré en una huelga de este tipo). Y un largo etcétera que no puedo explicar por falta de espacio.

Como ciudadano que todavía cree en votar y pagar impuestos, exijo una respuesta: ¿Por qué el currículo oficial no dice una palabra de las causas de los principales males de la humanidad? ¿Qué tipo de personas pretendemos construir con sistema educativo semejante? Piénsenlo, por favor, se lo ruego.- Pedro José Jiménez Sánchez.